Poema al Naco

En este día celebrar a los nacos quiero,
convivir con ellos quizá,
pues son parte de nuestro pueblo,
y parte de nuestra identidad nacional.




Pregúntome ¿quiénes son los nacos ?,
¿son los comerciantes, acaso las marchantas ?
¿los camioneros, los microbuseros ?,
¿los policías o los paristas de la UNAM ?




Es el que en lugares públicos,
groserías va gritando,
creyendo que buena onda es,
no sabiendo lo vulgar y vil que es.




Son los que transitan por las calles
vistiendo una tropical combinación;
los que tratan de justificar sus actitudes
con la siguiente expresión:
"todo mundo lo hace",
"todo mundo lo dice",
sin saber que su mundo
un grupo de naquitos es.




Es el que en los días lluviosos
va por las banquetas de los centros
presumiendo sus lentes de sol
de diseñador sean o no.




Son las muchachas bonitas
que tratando negar su origen,
de color su cabello pintan,
sin saber qué ridículas se ven.




Es el típico guarro
que "trabaja" en la discoteca,
que viste de traje negro
llenándolo de su manteca;
en la vida no es nadie,
pero al llegar la noche adquiere "poder".




Son los que soñando ser más
a vivir se van a las Lomas
o construyen su casa en Satélite,
pensando que por grande que sean sus casas
pertenecerán a una alta élite.




A los almacenes grandes van,
a pasar el rato viendo revistas,
no las leen, no las compran,
las maltratan, las arrugan
y como si nada se retiran.




Son los que vemos lo domingos,
con un look completamente deportivo
paseándose por las plazas con sus amigos;
no hacen, no hicieron ni harán ejercicio,
más por flojera su figura no arreglaron
y decidieron que por ser domingo
se pondrían el pants barato que compraron.




Son los que por "fresas" se quieren pasar,
comprando prendas y artículos de imitación
en el mercado, tianguis o bazar,
para llamar de todos la atención.




Piensan que el dinero lo es todo,
que el dinero les dará amistades, lujos e influencias;
que dé todo esto y más no lo dudo,
pero jamás dará cultura, educación ni decencia.




Son los que con miradas obscenas,
los cuerpos de las damas observan
y con eso no se conforman,
pues un vulgar piropo les gritarán.




Son los que confunden el folklore mexicano
y lo clasifican injustamente como naco.
Ser naco no es conservar la tradición,
y mucho menos ser pobre o humilde,
es el que a pasar los años no adquirió educación.




Y sin embargo presumen de cultura,
que veinte libros leen al año
(ya sean el libro vaquero o el policiaco
en los microbuses o en el baño).




Una campaña antinacos hay que hacer,
ensañarles cómo comportar se deben ,
¡hay que educarles por caridad!,
pues harta está de ellos, la alta sociedad.




Paso los día viendo la conducta del "bajo mundo",
de la gente que habita en mi país;
observo a amigos, familiares y conocidos,
y con grande pena encuentro
que todos llevamos un naco dentro.